domingo, 16 de noviembre de 2008

Tomando las medidas



Mamá croqueta tiene un miedo atroz a las serpientes, sólo con sisearle al oído se pone tan nerviosa que tiembla como una hoja. Por eso no puede ver los documentales de la 2, ni leer "El Principito".

El otro día me llamó para contarme un la asombrosa historia que le pasó a una pareja de Almagro (según le contó una amiga de una amiga de una amiga). Como todas sus historias, son tan rocambolescas que nunca sabes qué parte tienen de verdad. Según mi madre, la pareja eran jóvenes y modernos, y decidieron que para completar su modernidad les faltaba un complemento de decoración: una boa pitón. No me preguntéis la relación entre la modernidad y una boa pitón, pero eso es lo que me contó Mamá croqueta.

La pareja de Almagro, quería tanto tanto a su boa pitón que excepto sacarla de paseo le hacían de todo. Habían comprado un terrario carísimo, la alimentaban con esmero. Tanto cariño le tenían, que le permitían dormir en su cama con ellos.

Pero un día, la boa no quiso salir de la cama. Estaba inmóvil y había perdido el apetito. Tras dos semanas sin comer, los apesadumbrados dueños llamaron al veterinario para que reconociera al pobre animalico. El veterinario, con gesto serio les dijo: O la matáis vosotros o la mato yo.

La pareja de Almagro horrorizada le preguntó al veterinario el porqué de su tajante afirmación. Según este último, la serpiente estaba haciendo hueco para comérselos. Es más, había estado aprovechando el rato de dormir en la cama con los dos para tomarles las medidas para comérselos a los dos de una tacada.

¡Normal que mi madre le tenga miedo a las serpientes!

1 comentario:

Rustis dijo...

Yo sólo tengo una cosa que decir. Esto es lo más parecido a los relatos de Mihura, Jardiel and company que he visto en bastante tiempo.
Es genial, te felicito.
Pero ten cuidao, que la última vez que encontré un autor así escribí 150 páginas sobre él.

Y además tú estás viva y puedo entrevistarte.
¡Que viva el humorismo ramoniano y el absurdo!