jueves, 26 de febrero de 2009

Western made in la Mancha



Vamos a inaugurar la sección de grandes manchegos, y no con grandes humoristas (como Joaquín Reyes) o cineastas (Almodóvar). Sino con un gran (por la cantidad) literato: Marcial Lafuente Estefanía , el mejor escritor de novelas del Oeste made in Spain.

Este autor nunca será reconocido ni recordado dentro del olimpo de los escritores, ni será excesivamente estudiado. Pues ellos se lo pierden. ¡je!. Para quienes no lo conozca este prolífico escritor es a la novela del oeste lo que Corín Tellado a la novela romántica.

Este mancheguito pronto mostró interés por la literatura y en sus propias palabras : "Empecé a escribir prácticamente en un rollo de papel higiénico. No tenía cuartillas, no tenía pluma; entonces decidí utilizar el lápiz y el papel de retrete. " El gran Jardiel Poncela, al cual conoció durante la guerra donde fue general republicano, le dio un consejo: "Escribe para que la gente se divierta, es la única forma de ganar dinero con esto".

Le hizo caso en los primero, porque en lo segundo debido a la época en que le toco vivir donde no existían derechos de autor (y que estaba con los negreros de Bruguera) dudo que pudiera hacer mucho dinero. Marcial se dedicó a hacer novelas del Oeste. Sus descripciones eran mínimas y sus personajes eran tan arquetipicos y previsibles como los del teatro clásico del siglo de oro (género que conocía en profundidad y que a veces le servía de inspiración) . Para escribir recurría a tres libros de cabecera: una obra muy completa de historia de Estados Unidos, un atlas muy antiguo de este país, donde aparecían los pueblos de la época de la conquista del Oeste, y una guía telefónica estadounidense en la que encontraba los nombres de sus personajes.

Fue el mejor escritor de novelas del oeste en español, y sobre todo el más prolífico ya que bajo su firma (porque también le ayudaron sus hijos) se han publicado más de 3.000 títulos, con picos de tiradas de 100.000 ejemplares en las primeras ediciones entre finales de los 50 y los 60, para llegar más allá de los 50 millones de ejemplares. Fue un autentico "obrero del papel" y junto con Ibañez la clave del éxito de la editorial Bruguera (¿Os he dicho ya que eran unos negreros). Hoy en día siguen siendo un éxito de ventas, especialemente en latinoamética donde existe un mercado pirata de novelas de Estafanía. Pero en Cuba y en Venezuela, al tratar el tema del oeste están prohidas por hacer apología yankee (!).

Las novelitas tenían un tamaño inferior a 100 páginas, se escribía y publicaba una por semana y se vendían a duro (cinco pesetas) cada una, y posteriormente, con la devaluación, a veinticinco pesetas. A veces bastaba con comprar una y, tras ser leída, se podía devolver al quiosquero, a cambio de otra que se llevaba en calidad de alquiler. En un momento en que la cultura no era accesible a todo el mundo, este curioso flujo de libros manoseados, llenos de grasa o marcas sospechosas permitió que muchas generaciones pudieran disfrutar de la literatura.

Yo recuerdo haber leído alguna novelita de este autor en alguna calurosa siesta en la cámara de mi abuela. -Mi abuela era una lectora voraz, que si compraba un pescado se quedaba leyendo el trozo de periódico donde veía envuelto y se olvidaba de cocinar. Pero eso es otra historia-. Recuerdo con cariño como en pocas líneas era capaz de transportarme desde mis llanuras manchegas a las del lejano oeste, con historias de sheriff, villanos y muchos tiros. Pero quien más me ha hablado de este autor es mi ex-suegro, quien me contaba el maravilloso proceso para adquirir las novelitas. Tu ibas al quiosquero, y podías comprar la novelita original por 5 pesetas o la de segunda mano que era más barata porque era de alquiler. Mi ex-suegro, como se avergonzaba de admitir que leía este tipo de obras, susurraba en voz baja (como quien pedía porno) "Deme una novelita de tiro tenso". Si quereís una descripción más detallada de este proceso podeis leer a Luis Landero en "Juegos de la edad adulta.

Un dato curioso es que aunque Marcial murió en 1984 se siguen publicando novelas con sus nombre, y no es porque las escriba desde ultratumba sino porque sus hijos siguen con la "empresa familiar". "¿Cómo le íbamos a hacer la competencia a nuestro padre?"- dice el hijo cuando se le plantea la cuestión de firmar con su verdadero nombre.- "Seguiré escribiendo novelas del Oeste, moriré con las botas puestas, y mientras yo pueda Marcial Lafuente no dejará de publicar".

Vamos, que Estefanía no fue incluido en la generación del 27 porque el día que homenajearon a Góngora en el Ateneo a él le pilló en otro lado, pero es indudable que es muy grande. Yo cuando tenga tiempo de verdad que hago una tesis sobre la relación del teatro del siglo del oro y las novelas del oeste de Marcial Lafuente Estefanía. He dicho.

Dos artículos interesantes.
http://www.elmundo.es/suplementos/magazine/2007/39/1175189255.html
http://www.elpais.com/articulo/Galicia/negro/Lafuente/Estefania/elpepiautgal/20081202elpgal_18/Tes

P.D.1 Aprovecho la ocasión para sacar mi curiosidad a pasear: ¿Cúal es el libro más avergonzante que teneís en la librería?
P.D2. Gusiluz, ahora te toca hacer a ti el post sobre Corin Tellado, que con esa foto que tiene en la wikipedia defendiendo la oficialidad del asturiano es cosa tuya.
P.D. 3. He dicho la palabra mágica Corín Tellado, ahora puedo poner esta viñeta del genial Gila que me moría por poner:

6 comentarios:

Reithor dijo...

Que tiemble Cervantes...

AAaaaa dijo...

define "libro más avergonzante " . ¿Qué te avergüence tenerlo o que se avergüencen otros de verlo en tu librería?

Cuchufletas en Vinagre dijo...

Pues de los que da verguenza admitir que lo has leído.

AAaaaa dijo...

bien pues.... ninguno. De todos se aprende algo ;)

Jesús Herrera Peña dijo...

Cuchufletas, me ha gustado mucho tu artículo. Te dices a ti misma 'manchega' aunque en el curriculum de tu blog pones 'de Madrid'. ¡qué más da! Madrid es ese poblachón manchego que bautizó no sé qué personaje famoso.

Me ha gustado tu artículo y la forma de deshilvanar el secreto de ML Estefanía.
Yo ya sabía que era toledano, (como yo), pero no hace tanto que me enteré, y cuando me enteré, me dio un no sé qué por saber que personaje tan famoso e internacional, era de aquí al lado de mi pueblo (Bargas), que ya es casi un barrio de la ciudad imperial.

También se me enganchó en el alma la frase aquella de Joan Manuel Serrat que dice: "...se bebió enterito a don Marcial Lafuente pa no ir tras sus pasos como un penitente...", en esa magistral descripción que hace del famosísimo "Curro El Palmo".

Tengo un vago recuerdo de haber leído algo de Estefanía; no lo puedo asegurar que fuera de él, pero la única novela del oeste que he leído en mi vida se titulaba «La loba de Fort Worth». Del título sí estoy completamente seguro.

La verdad..., que el toledano Marcial Lafuente Estefanía es muy digno de figurar en la enciclopedia cibernética que recientemente hemos iniciado por acá: Enciclopedia cibernética de la provincia de Toledo.
El 90% de las biografías y otros artículos están escritos por mí, y tentado estoy en entrar a plasmarle la biografía al prolífico novelista. Pero estoy desangelado, frío, hastiado. No entra nadie a colaborar en esa ciber-enciclopedia. Sólo el creador de ella y yo, y eso es lo que desanima y desangela al más pintao.

Si es que te tira algo lo toledano, bien pudieras ser tú la que le abriera página al más grande escritor del wester novelado.

Recibe un afectuoso saludo (si esto lo lees) desde un Lugar de La Mancha...

Jesús Herrera Peña
BARGAS (Toledo)

Cuchufletas en Vinagre dijo...

Estimado Jesús, soy manchega y de acogida en Madrid. Madrid que tampoco puede negar ser tan manchego.

Muchas gracias por sus comentarios, que me han parecido muy entrañables. Desde que me enteré que Marcial la Fuente también era manchego ahora me imagino el viejo oeste plagado de olivos.

Aunque no soy de Toledo sino de Ciudad Real, colaboraré gustosa en añadir una entrada en su enciclopedia sobre Marcial La Fuente Estefanía.